Si eres de México, es muy probable que recuerdes el famoso Trapper Keeper. Este era un tipo de carpeta escolar que se convirtió en un ícono de los años 80 y 90 en los Estados Unidos, y que se popularizó en México a principios de los 90.

La historia del Trapper Keeper se remonta a 1978, cuando la compañía Mead introdujo una nueva línea de productos escolares en Estados Unidos. Los productos, incluyendo el Trapper Keeper, fueron diseñados para ser más duraderos y resistentes que las carpetas escolares tradicionales, y rápidamente se convirtieron en un éxito entre los estudiantes.

La carpeta tenía un diseño único y colorido, con una cubierta de plástico transparente y una solapa que se abría hacia arriba. En el interior, tenía bolsillos y separadores para organizar tus papeles y apuntes. Pero lo que realmente hacía especial al Trapper Keeper era su capacidad para personalizarse. Podías encontrar diseños con tus personajes favoritos de televisión o películas, y si eras un poco más creativo, podías decorarlo tú mismo con pegatinas, recortes de revistas e incluso con tus propias ilustraciones.

En México, el Trapper Keeper se popularizó a principios de los 90, y rápidamente se convirtió en un objeto de deseo para muchos estudiantes. La carpeta se convirtió en un símbolo de estatus y popularidad, y muchos estudiantes se enorgullecían de llevar un Trapper Keeper personalizado y lleno de pegatinas.

Para muchos de nosotros, el Trapper Keeper fue algo más que una simple carpeta escolar. Era una forma de expresarnos y de mostrar nuestra personalidad en un objeto cotidiano. Era un objeto que nos acompañó durante gran parte de nuestra educación y que, por lo tanto, está ligado a muchos recuerdos y emociones de nuestra infancia y adolescencia.

Hoy en día, el Trapper Keeper ya no es tan común como antes, pero aún hay quienes lo conservan con cariño y nostalgia. Si eres uno de ellos, seguramente te sentirás identificado con todo lo que hemos dicho hasta ahora. Y si no lo conocías, quizá esta sea una buena oportunidad para descubrirlo y revivir un poco de esa época dorada de los ochenta y noventa.

Aunque el Trapper Keeper ya no es tan popular como solía ser, sigue siendo una parte importante de la cultura pop de los años 80 y 90, y su diseño único y colorido sigue inspirando a nuevos productos y diseños en la actualidad.